Sentía que todas las miradas estaban posadas en mí. Mientras caminaba por los pasillos de mi nueva escuela, trataba de solo mirar el suelo, para no hacer contacto visual con nadie. Me sentía rara, nerviosa, y también un poco ansiosa. En toda mi vida solo había ido a una sola escuela, en Durango. Pero las circunstancias se habían dado, y ahora estaba comenzando una nueva etapa, en Colorado, cuando me quedaban tres años para graduarme.
Seguía caminando y de repente sentí que me choqué contra algo. Mirar hacia abajo no había sido una buena idea. Todos mis libros estaban desparramos por el suelo. Los empecé a juntar y, cuando por primera vez en cinco minutos levanté la mirada, me encontré con un chico que de verdad era apuesto. Tenía los ojos verdes y el pelo rubio ceniza. Él me estaba ayudando a levantar mis útiles.
- Disculpa por el incidente. Iba concentrado en mi celular. ¿Estás bien?- dijo el joven en tono amable.
- Si, no te preocupes. Yo también no estaba atenta al camino. Gracias.
En su cara se dibujaba una sonrisa casi perfecta: todo los dientes bien blancos y alineados, salvo por los dos de adelante, que estaban un poco chuecos, pero nada que le arruinase ese rostro de príncipe azul.
- Por lo que veo eres nueva. Si quieres, puedo acompañarte a recorrer el edificio, así te vas familiarizando.
No estaba muy segura de si aceptar o no, pero al final lo hice. Estaba perdida y necesitaba que alguien me orientara. Y el chico, del cual no sabía el nombre todavía, había sido muy amable. Así que, antes de comenzar con el recorrido, le pregunté el nombre, ya que eso era algo esencial.
- Me llamo Jonathan. Pero puedes decirme Jony- respondió, haciendo un guiño al final de su respuesta.
Jonathan me llevó por los pasillos, mostrándome todo el recinto, salón por salón. ``Esta escuela es muy grande´´ pensé. No podría andar sola por aquel lugar. Mientras caminábamos, me preguntó de dónde era y cómo me llamaba, algo que no había sabido hasta ese momento. Al escuchar mi nombre, Sofía Rossi, hizo un gesto extraño con su cara. No sé bien si fue una mueca de sorpresa, o me pareció ver algo de felicidad en sus ojos, como si ya me conociera y estaba esperando a que aparezca. Ese pensamiento se expandió por toda mi mente, causándome escalofríos. Cuando el chico se dio cuenta de la cara que había puesto, la cambió de inmediato, algo que me pareció aún más sospechoso.
Luego, siguiendo el recorrido, hablamos sobre las materias que íbamos a cursar y en qué año estábamos. Coincidimos en varias cosas: él también estaba en 1º año de preparatoria, e iba hacer como materia extra Biología. Al pensar en esa materia se me vino a la mente Cameron. Nosotros compartíamos esa fascinación por las ciencias naturales. El timbre me despertó de mis pensamientos sobre Cameron. Ya era hora de entrar a clases. Le pregunté a Jony a dónde debía ir y me guió hasta el salón de Lengua, que era la primer clase del día.
En ese momento nos despedimos y le agradecí por su colaboración. En el momento en el que él estaba por responder, una chica de pelo largo, castaño, se arrimó hacia Jonathan, lo agarró del brazo y, con una sonrisita pícara se lo llevó con ella. Quedé sorprendida ante la irrespetuosa actitud de esa muchacha.
Me olvidé del tema y entré al salón. Elegí el asiento donde más cómoda me sentiría: el asiento del frente. Sabía que todos iban a mirarme apenas entraran al aula, pero, una vez que se acomodasen, les daría la espalda a todos aquellos desconocidos. La gente empezó a entrar, con esas miradas que me habían molestado al comienzo de la mañana. Por suerte, a penas la clase inició, todos se concentraron en lo suyo, al igual que yo. El timbre sonó nuevamente, eso quería decir que Lengua ya había acabado. Cuando salí del salón, Jonathan estaba parado junto a la puerta. No sabía si me esperaba a mí o a alguien más, así que apenas me vio le pregunté.
- ¡Jony! ¿Qué haces aquí?- le dije
Él arqueó las cejas, suponiendo que la respuesta era obvia.
- Te vine a esperar, eres nueva, en este primer día tengo que acompañarte a donde quieras que vallas. Por supuesto que dentro del establecimiento.
- Oh, gracias. Pero a la hora de ir el baño no te preocupes, puedo ir sola- bromeé.
Jony soltó una risita y me hizo sentir bien: estaba en un lugar totalmente nuevo, donde no conocía a nadie, y ese chico era la única persona que había sido cortés conmigo, bueno, en realidad, con la única que había hablado.
- En la próxima clase estaremos juntos. En diez minutos tenemos matemáticas- me dijo Jony.
- Claro, ¿demos una vuelta hasta entonces?- le pregunté.
Solo hizo un gesto afirmativo y seguimos recorriendo la escuela. Me acompañó hacia mi casillero, donde guardé el libro de la materia anterior y otras cosas más. Mientras buscaba dentro los útiles de matemática, él se puso a escribir algo en un papel sobre el casillero vecino. Miré de reojo pero no pude ver nada. Luego colocó ese papelito dentro del bolsillo de mi campera, y antes de que pudiera sacarlo y leer lo que contenía, reapareció la chica maleducada y se lo volvió a llevar. ``¿Por qué esa actitud?´´ me pregunté.
Jony se despidió de mi y la siguió a la joven de melena castaña. Una vez que me encontré sola me dirigí al baño, para averiguar lo que tenía escrito ese papel. Mientras me encaminaba a mi destino una chica se me acercó. Tenía el pelo hasta los hombros, de un color muy oscuro, y en su rostro color aceituna se reflejaba simpatía.
- Hola, me llamo Lauren. Noté que eres nueva, te vi en la clase de Lengua- me dijo la chica.
- Sí, yo soy Sofía. Un gusto. Estaba yendo al baño, ¿me acompañas?- traté de ser amable, aunque quería ir sola para poder leer ese papelito que me traía como loca.
- Por supuesto que sí. También pude ver que Jony Ontario te esperó fuera del salón- contestó Lauren, golpeándome el brazo con su codo.
¿Qué estaría insinuando ella? Solo forcé una risita y atiné a decir:
- Si, eso. Solo me estaba mostrando la escuela. Nada importante
-¿Nada importante?- repuso la chica.- Yo creo que es ``algo´´ importante. Es el chico más popular del colegio. Mary Wayne está atrás suyo y no deja que nadie se le acerque- me explicó Lauren.- Supuestamente, los dos están súper enamorados y nadie ni nada los separa. Salvo tú, como pude ver.
- Mira, Lauren, Jony solo fue amable conmigo. Nada más.
- Bueno, como tú digas- dijo la chica de pelo negro dando por finalizada la conversación sobre Jonathan.
Luego de eso, nos dirigimos al baño. Entré a uno de los gabinetes y me puse a leer el mensaje de Jony. Este decía:
Sofi, este es mi número: 154335764. Llámame cuando quieras!
Jony.
Me había dado su número a dos horas de conocernos. Me quede con la boca abierta, anonadada, mirando ese papel. Lo guardé de inmediato, me calmé y salí para donde estaba Lauren. Traté de que mi cara no tenga ningún gesto extraño revelador. La chica se estaba mirando al espejo y, cuando me vio salir, se acercó y se disculpó. No entendía muy bien por qué, por eso le pregunté.
- Por lo de recién- me dijo ella.- Fui muy irrespetuosa al preguntarte por lo de Jony. Lo que pasa es que es muy extraño que un chico como él se acerque a las personas que son nuevas. Generalmente solo habla con los de su grupo y con nadie más- siguió explicando.
- Lauren, está todo bien. Capaz que él quiso tratar de hacer otra amistad. No lo sé. Vamos a clase.
De allí nos dirigimos al salón. Era hora de tener Matemática. Aún faltaba tiempo para poder ir a mi casa nuevamente.
Al entrar a la clase, sentí que todas las miradas se posaron en mí. ``¿Será por lo de Jony?´´ pensé. No entendía cómo las personas podían ser así. Un chico era amable contigo el primer día y ya eras la adolescente más extraña del mundo. Era ridículo, pero era así. No soportaba que todos me miraran, así que seguí caminado y me senté en el primer asiento, como ya lo había hecho antes en Lengua. Me extrañó no verlo a Jonathan en el salón. Supuestamente a esa clase la cursábamos juntos. Seguía pensando en eso cuando de repente un avioncito de papel voló sobre mí y cayó justo al lado mío. Supe que era para mí por el semejante cartel que decía mi nombre en una de sus alas.
Lo abrí y me sorprendí por su contenido. En su interior estaba escrito con letra imprenta: ``No te juntes con Jonathan Ontario. Es por tu propio bien. Trama algo. Lo sé.´´
Muy bonito habia guardado el link de la pagina por este capitulo y me encanto estare esperando el otro
ResponderBorrarMuchas gracias! Pronto estará en el blog!
BorrarPronto??
ResponderBorrarPor favor... ya casi pasa un año desde la publicacion de este capitulo. No aguanto mas!
La verdad lamento mucho no poder subir el siguiente capítulo. No estuve escribiendo nada en el último tiempo. Te prometo que cuando menos lo esperes el capítulo 5 estará en el blog. Gracias!
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